¿Qué es la Neumonía bacteriana?
Es una infección del pulmón caracterizada por
la multiplicación de la bacteria Streptoccocus pneumoniae en el interior de los
alvéolos, lo que provoca una inflamación con daño pulmonar. La reacción
inflamatoria produce una ocupación de los alvéolos que puede visualizarse en
una radiografía de tórax.
Morfología de la bacteria
Mecanismo de transmisión
Es través de las vías respiratorias: los
agentes patógenos, procedentes del espacio nasofaríngeo del propio paciente o
de las gotitas de tos o estornudos de otra persona infectada,
penetran en los pulmones. Otra posibilidad de contagio consiste en que los
patógenos lleguen a los pulmones desde otros órganos a través del torrente
sanguíneo, aunque esto es infrecuente.
Forma de contagio
Síntomas
Otras neumonías,
llamadas atípicas, producen síntomas más graduales con décimas de fiebre,
malestar general, dolores musculares y articulares, cansancio y dolor de
cabeza. La tos es seca, sin expectoración, y el dolor torácico es menos
intenso.
La mayoría de las
neumonías tienen características de ambos grupos. Si la neumonía es extensa o
hay enfermedad pulmonar o cardíaca previa puede aparecer dificultad
respiratoria. Además, si los gérmenes pasan a la circulación sanguínea producen
una bacteriemia que puede conducir a un shock séptico, con riesgo para la vida.
La imagen a continuación esclarece los
síntomas de esta enfermedad
Prevención
Usted puede ayudar a prevenir la neumonía
siguiendo las medidas que se presentan a continuación.
•
Lávese las manos con
frecuencia, especialmente:
•
Antes
de preparar y consumir alimentos.
•
Después
de sonarse la nariz.
•
Después
de ir al baño.
•
Después
de cambiar el pañal de un bebé.
•
Después
de entrar en contacto con personas enfermas.
No fume, ya que el tabaco daña la capacidad
del pulmón para combatir la infección.
Las vacunas pueden ayudar a prevenir algunos
tipos de neumonía.
Verifique que le apliquen las siguientes
vacunas:
•
Vacuna
antigripal: puede ayudar a prevenir la neumonía causada por el virus de la
gripe.
•
Vacuna
antineumocócica: reduce las probabilidades de contraer neumonía a causa
del Streptococcus pneumoniae.
Las vacunas son incluso más importantes para
los ancianos y las personas con diabetes, asma, enfisema, VIH, cáncer,
personas con trasplantes de órganos u otras afecciones crónicas.
La siguiente imagen muestra las formas más
sencillas de prevenir la neumonía:
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